Por: Domingo Martínez Mateo
Después de la elección de encumbradas figuras públicas dominicanas para que conformen la Comisión de la Reforma Integral de la Policía, creada por el señor Presidente de la República dominicana, Luis Rodolfo Abinader Corona, a través del decreto 211-21, en cada rincón de nuestro país, están a las expectativas, si funcionará o no tal intento reformador, aunque muchos recomiendan que la única solución es exterminarla.
Quizás por algunas voces, se comenta, que desarticulando la estructura policial, militarista que data desde el 2 de marzo del año 1936, porque no responde a las exigencias sociales de los nuevos tiempos, con la nueva visión de seguridad ciudadana.
No hay que ser un avezado, para saber que todo proceso reformador inicia con un detonante, citar algunos casos y quizás la obra de Lope de Vega, Fuente Ovejuna, donde hubo una osada rebelión de un pueblo contra los abusos de sus autoridades, aunque sea de manera diplomática, actualmente existe a toda luz, un rechazo vertiginoso de la policía nacional dominicana, porque la percepción de muchos ciudadanos es que se produzca su exterminio total, como sucedió en la metamorfosis, obra de Franz Kafka.
Es bueno traer a colación que las sociedades tienen los criminales que se merecen, externado por Alexandre Lacassagne, médico y criminólogo originario de Cahors, Francia, fundador de la Escuela Lacassagne de Criminología, utilizó esta expresión fragmentaria por primera vez en 1885 durante el primer congreso internacional sobre antropología criminal en Roma.
Pero, es imposible soslayar que todo acontecimiento de reformas tienes sus génesis, la Revolución Francesa, estalla por una concentración excesiva de poder, violaciones constantes a los derechos humanos.
En Colombia, iniciaron unos primeros intentos de reforma policial por uno de los casos que consternó ese país el 8 de septiembre de 2020, donde agentes de la Policía Nacional, en medio de un procedimiento policial, asesinaron brutalmente al abogado e ingeniero Javier Ordóñez en el Comando de Atención Inmediata (CAI) del barrio Villa Luz (Engativá), al occidente de Bogotá.
Causando indignación en sectores de la población civil, sectores políticos y organizaciones sociales, los cuales convocan manifestaciones pacíficas en respuesta a diversos casos de brutalidad policial que se han presentado en Colombia (desde la creación de los CAIs en 1987), especialmente los ocurridos en el marco de la crisis social y económica producida por la Pandemia de enfermedad por coronavirus de 2020 en Colombia y el Paro nacional en Colombia de 2019.
Y si seguimos, todo inicia por una razón, pero que traen consigo otras problemáticas anteriores, pero hay un momento de estallido social, como buen dominicano, ya no aguanto más; el mismo ajusticiamiento del Sátrapa Rafael Leónidas Trujillo, que a pesar de todo lo que hizo en pro de la sociedad dominicana, pero, una sola acción negativa, es nociva para toda nuestras vidas, y como sociedades estigmatizadora y de una cultura atávica, a modo de jocosidad, no guardo rencor, pero tengo buena memoria.
Esto lo ponemos de ejemplo, porque el desenlace que ha ocurrido en la sociedad dominicana, producto del trágico suceso, donde resultaron acribillados dos pastores, Joel Díaz y Elizabeth Muñoz, tiroteados el 30 de marzo por agentes de la Policía cuando circulaban en su vehículo por el municipio de Villa Altagracia, provincia San Cristóbal (sureste), ha generado una fuerte indignación en los cuatro puntos cardinales de la República Dominicana y parte del mundo.
Ahora; tampoco es bueno hacer fiesta del árbol caído, no podemos caer en el sesgo cognitivo del efecto halo, estigmatizando y colocando en un mismo paquete a todos los policías, porque, sin temor a equivocarme, muchos de los que hoy atacan, se han beneficiados de influencias militares y policiales, porque no podemos pretender que todos comenten actos corruptibles, y déjeme decirles, no hay corruptos sin corruptores y ver un crimen en silencio es cometerlo, esa policía que tenemos, salió desde las entrañas de nuestra sociedad, una sociedad que por muchos años, tiene desequilibrio y que ha permitido que los cuerpos policiales y militares, sean influenciados por el poder político, sino, que tire la primera piedra el que este libre de culpa.
Que decimos con esto; cuando una persona decide pertenecer al cuerpo militar o policial, deben existir rigurosos mecanismos de controles depurativos de ese ciudadano, desde el sector de donde proviene, pero la realidad es, que quienes lo recomiendan, son militares, policías y políticos corrompidos, que muchas veces lo hacen para tenerlo a su merced. Es bueno puntualizar que la intuición, está cobrando cada dia más auge; y quizás, más que la razón, como bien lo señala Eduardo Punset, extinto escritor, político y divulgador científico español.
De acuerdo al eminente estudioso de la conducta criminal, Vicente Garrido Genovés, catedrático acreditado de Criminología en la Universidad de Valencia, así como una de las autoridades más reconocidas en el ámbito de la criminología violenta a externado en algunas de sus ponencias, que toda persona, tiene una buena razón de su actuación. Que se quieres decir con esto, que cualquiera de nosotros podemos tener características de cualquier, malvado, solo que algunos la desarrollan en mayor proporción, porque podemos hacer de nuestra mente un cielo o un infierno, como bien señala Zimbardo en su obra, el efecto Lucifer.
Y en esa misma tesitura, es bueno traer a colación las conclusiones del experimento de la prisión de Stanford nos hace reflexionar sobre la importante de la internalización de los roles y las variables situacionales externas. Por lo tanto; no es lo mismo pensar cómo actuaremos en un futuro que encontrarnos inmersos en una situación y decidir qué hacer, ya que al pensar se nos escapan demasiados detalles.
Philip George Zimbardo, conocido como Philip Zimbardo, autor de uno de sus brillantes libros, el efecto lucifer, el por qué de la maldad, es un psicólogo, investigador del comportamiento, creador de dicho experimento, expresó: “Pudimos observar cómo la cárcel deshumaniza a las personas, transformándolas en objetos e inoculándoles un sentimiento de desesperanza. Respecto a los guardias, nos dimos cuenta de cómo gente normal puede llegar a transformarse desde el bueno Dr. Jekyll al malvado Mr. Hyde”. Se observó por lo tanto, como la fuerza de la situación a veces puede ser más poderosa que la personalidad del individuo mismo.
En buen dominicano, tanto cae una gota de agua en un peñasco, que hace un hoyo, tanto exigirle a un policía, proveniente muchas veces de hogares disfuncionales, con pobre educación familiar, marginado por la propia sociedad, entonces se encuentra con la cruda realidad de tener poca oportunidad en su institución, sale a arriesgar su vida y devenga un salario mísero, sin ánimo de discriminar a nadie, cobrando menos que la empleomanía del sector público común, no podemos exigir lo que no damos, enseñar sin ser enseñado, transmitir lo que no tenemos, cada ser humano, solo puede dar lo que tienes y quizás algunos digan y para que ingresó si lo sabía, pues déjeme decirles que la necesidad tienes cara de hereje y en el sector privado, para poder emplearse, lo primero que le piden es experiencia, todo pasa por una razón, por eso llamo a reflexionar y ponernos en los zapatos del otro, aunque es injustificable delinquir, es un asunto multifactorial.
Inclusive, en el argot popular se ha mencionado por larga data, cuando solo fungían como tránsito los cascos blancos, en el gobierno del extinto Dr. Joaquín Balaguer, se decía que ellos no necesitan aumento, porque picaban más que el sol de las 12, lo tienen en las calles. Así que; sociedad dominicana, no actuemos como disco rayado y achacarle todo a una sola institución, sabiendo que la enfermedad no está en la sabana.
Ahora, se necesita la reforma, claro que es imperiosa, pero con conciencia, objetiva y sin resentimiento social, que se realice íntegramente un levantamiento y que aquellos que no se ajusten a las nuevas políticas policiales, con condiciones favorables, pues deben ser desvinculados ipso facto, con sus prestaciones correspondientes, como estado social y democrático de derecho que somos.
Ahora, un ciudadano que pertenezca a la institución policial nuestra, donde ni siquiera devengue lo básico para subsistir con su familia, bajo ninguna circunstancia, si tienes principios éticos y morales, se dedicará única y exclusivamente a la labor policial, hará otro trabajo complementario al salir de su servicio. Entonces; sociedad dominicana; en ese sentido, nos hemos permitido recomendar algunas ideas pro reforma policial, las cuales ya hemos depositados en algunas instituciones, que tienen la facultad para la toma decisiones, las cuales podrían encaminar una reforma integral de una policía capaz y acorde a los nuevos tiempos.
Veamos, puntos elementales: ver presupuesto, escala salarial, levantamiento científico, cuantitativo, cualitativo en el interior de la policía nacional, entrevistas, datos estadísticos, encuestas en la sociedad y a una cantidad de policías anónimo, donde se incluyan todos los rangos, como forma de muestreo, para mejor toma de decisiones.
Que el Consejo Policial, incluya a todas las jerarquías policiales, desde asimilados hasta general de brigada, como forma de representatividad y equidad, mayor rigurosidad en los mecanismos de control de ingreso como policía, diseñar un perfil adecuado, revisar plan de estudios de entrenamiento policial, 2 años de formación y capacitación como técnico superior en Policiología, Criminalística y Criminología
Modificar la Academia para Cadetes y ser convertida para preparar a los futuros miembros policiales en técnico superior antes señalado, aquí no se necesitan aspirantes a segundo teniente, sino miembros policiales comprometidos con la sociedad, los rangos solo dan autoridad no capacidad, es mejor usar esos recursos en la calidad de la vida policial, que cada uno adquiera sus jerarquías, por vocación, preparación, tiempo reglamentario y evaluación de desempeño.
Que en cada Dotación Policial, que tenga centro de detención, exista un representante del Ministerio Público, para estar en contacto permanente de las actuaciones policiales. Con el fin de garantizar el debido proceso que pueda ser iniciado en contra de ciudadanos y ciudadanas.
Evaluaciones rutinarias de aspecto psicológico, de desempeño, dopaje y otras afines a las funciones policiales, servicio efectivo de inteligencia y contrainteligencia, equipos técnicos sofisticados y vehículos acorde al servicio, creación de un Software Criminológico Delictivo (SCD) interconectado con el sistema de justicia penal: poder judicial, ministerio público, sistema penitenciario y organismos de inteligencia e investigación estatal, con el fin de depuración en tiempo real, así como dotarlos de las informaciones actualizadas de los lugares de mayor incidencia criminógena, así como dotarlos de reloj criminológico, con el fin de detectar horarios de mayor incidencia delictiva.
Reconocimiento, Incentivo por méritos, estudios y actuaciones, derecho al sufragio, como bien lo externan los artículos 21 y 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos, respectivamente, de los cuales somos signatarios, es bueno puntualizar que esos policías al permitírsele ejercer el voto, es una forma de propiciar el desarrollo de la empatía y evitarlo caer en el complejo de superioridad hacia la ciudadanía.
En relación a las ideas recomendadas para fortalecer el perfil policial, externamos lo siguiente, un policía debes conocer el lugar donde trabaja, su propia institución, naturaleza de la policía nacional (Misión, visión, Objetivos y Valores) en si; todas las instituciones que de una forma u otra tienen que ver con seguridad Nacional, Ciudadana y Política Criminal Dominicana.
Repito, debe tener conocimiento general de Policiología como técnica o arte, que consta de reglas y practicas encaminadas a adecuada realización de las funciones propias de la policía, tales como la persecución y la aprehensión, de Criminalística, como disciplina encargada de aplicar métodos y técnicas de investigación científica de las ciencias naturales en el examen del material sensible significativo relacionado con un presunto hecho delictuoso con el fin de determinar, en auxilio de los órganos encargados de administrar justicia, su fin es esclarecer hechos, mediantes técnicas de investigación pericial.
Y por último de criminología, como ciencia que estudia el crimen mismo, la víctima, el victimario, y esto la convierte en una ciencia de control social, desde la prevención primaria, secundaria y terciaria de la criminalidad.
Es en ese sentido; proponemos que ese futuro policía obtenga un Técnico Superior en Policiología, Criminalística y Criminología, donde sugerimos que estas asignaturas formen parte de ese diseño curricular, principios éticos y morales, inteligencia emocional, sistema de justicia penal, protocolo de actuación policial, desarrollo gerencial (análisis FODA, clima laboral), planificación estratégica, criminología ambiental, criminología penitenciaria, Ciberseguridad…
peritaje social, estadística y geografía delictiva, drogas y sustancias controladas, proximidad policial, desarrollo humano, taquigrafía, contramotines, fundamento de la policiología, políticas públicas de seguridad ciudadana, resolución alternativa de conflictos y negociaciones, sentido común, metodología de la investigación, defensa personal, neuropsicología, perfilacion criminal, primeros auxilios, criminología corporativa, trabajo en equipo, criminología educativa, criminología familiar, manejo de armas cortas y largas…
psicología del disparo, relaciones humanas, orientación e identificación institucional, derecho procesal penal, inteligencia y contrainteligencia, derecho penal, criminalística, conducción vehicular, criminología vial, Accidentología vial, habilidad para entrevistar, ciencias forenses, derechos humanos, informática, ortografía, redacción de informe, conocimiento del lenguaje corporal, victimología, primeros auxilios, capacidad de análisis, entre otras afines y la correspondiente pasantía.
En ese orden de recomendaciones, también proponemos la creación del Consejo Presidencial de Apoyo al Desarrollo de la Investigación Científica de la Criminología (COPADICCRI), integrado por el Poder Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Ministerio de Interior y Policía, Procuraduría General de la República, Policía Nacional, Ministerio de salud Pública, Universidades, representantes de la sociedad civil y otros afines.
La creación de la malla curricular del Diplomado Especializado en Criminología Policial (DECRIPOL), con cada uno de los integrantes del laboratorio científico, así como debe contener elementos de aprendizaje sobre: Ética y Moral, Policiologia, Inteligencia Emocional, Criminología General, Científica, Aplicada, Académica, Analítica, Ambiental, corporativa, Educativa, Vial, Ambiental, Familiar, Desarrollo Humano, criminalística, derecho, entre otras afines, con la finalidad de preparar el personal especializado en dicha área, los cuales deben ser preferiblemente asimilados y de esas áreas afines.
La creación de la Dirección Especializada en Criminología Policial (DECRIPOL), (con sus Departamentos Regionales, divisiones, unidades y secciones), con el personal egresado del Diplomado como dependencia directa de la Procuraduría General de República, con la finalidad de darle seguimiento a nivel nacional a los hechos delictivos, realizar análisis estadísticos delincuenciales, emitir informes para la tomas de decisiones en el Consejo Superior de la Policía Nacional, como parte del Plan Estratégico de Seguridad Ciudadana y Política Criminal.
Instalación: Laboratorio Científico de Investigación Criminológica (LACICRI), integrado por: Criminólogos, Antropólogos, Abogados, Sociólogos, Psicólogos Clínico (preferiblemente especialistas en neuropsicología, psicología Criminal, Psicología Forense), Médicos especialistas en Psiquiatría, Neurología, Endocrinología, Biología, Bioquímica, Traumatológico…
Bioanálisis, Radiografía, Farmacología, experto en musicoterapia, Especialista en Seguridad, experto penitenciario, trabajadores sociales, estadistas y cartógrafos, analistas, ingenieros en sistema y-o Software), asesores en Metodología de la Investigación y diseño de proyectos, economistas, entre otros afines, los cuales deben estar en constantes formación y capacitación en instituciones nacionales e internacionales afines a su profesión y respecto a su función.
Con el fin de incentivar a la investigación científica criminológica, cuantitativa, cualitativa y experimental, aplicada y útil, siempre en conexión permanente con la sociedad, para temas relacionados con hechos criminógenos y un análisis FODA Criminológico mediante censo en lugares estadísticamente de mayor incidencia delictiva.
Es en ese orden, que hemos tenido la osadía de someter estas ideas de propuestas, ¨pro reforma integral de la policía nacional¨, depositadas por ante la Fundación Institucionalidad y Justicia (FINJUS), Ministerio de Interior y Policía, Decano y Vicedecana de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas UASD, quienes forman parte de la comisión para la reforma integral de la policía, las cuales fueron recibidas el 14 y 23 de abril del 2021, respetivamente.
A modo de conclusión del presente comentario, déjeme decirles, como el cuento del ratón, al verse amenazado, acudió donde la gallina, el puerco, la vaca, todos le dieron la espalda, porque los granjeros colocaron una ratonera, los demás animales entendieron que no eran parte de ese problema, sino solo del ratón. Que queremos reflexionar, que todos de una forma u otra formamos parte de la integralidad de soluciones sociales, como es el caso más sonoro actualmente, el tema policial, a veces queremos eludir nuestras responsabilidades como ente social.
Querido lector o lectora, todo no está perdido, porque aún existen muchos seres humanos, capaces de producir cambios sociales positivos, si no hubiese sido así, pues estuviéramos totalmente ahogado en la maldad, seamos más altruista, mediante la empatía y esto nos conducirá a la edificación de conductas prosociales, parte neurálgica pro desarrollo del modelo biopsicosial, acuñado en el año 1977, por el psiquiatra estadounidense George L. Engel (1913-1999), lo focalizó como un modelo holístico y opuesto al modelo médico, porque consideraba que este último dejaba de lado los aspectos psicológicos y sociales de la psiquiatría.
Y la policía que hoy tenemos, es producto de nuestra construcción social y esa pequeña sociedad llamada familia, pero la más importante, es de donde provienen cada seres humanos que formamos y que salen a realizar diferentes actividades. Familia fortalecida, sociedad construida, vamos a luchar por una cultura de paz, desde el seno familia y sociedad.