Por: DOMINGO MARTÍNEZ MATEO
Antes de adentrar al tema en cuestión, voy a parafrasear un fragmento de la película spyder, protagonizada por el actor de origen indio Mahesh Babu, la cual trata sobre un terrorista psicótico de nombre Bhairavadu, desempeñado por el actor indio, S. Justin Selvaraj, cuando el protagonista extermina al villano, un periodista lo interpela con la siguiente interrogante ¿La humanidad y la compasión están en decadencia por gente como Bhairavadu?, o sea; el villano.
Muy holgadamente; Mahesh responde: ¿Qué puedo decir?. Hace un momento, un grupo de personas me ayudó a salvar muchas vidas. Sólo que después de una catástrofe, nuestra gente en esta vida acelerada, no vemos a las personas que nos rodean, pasan desapercibidas, porque estamos más pendiente a la pantalla de un celular, tablet, computadora, televisión, en fin; nos encontramos sumergidos en constantes actividades que dejamos de prestar mayor atención a lo más prioritario.
En esa misma tesitura; esporádicamente, los seres humanos sentimos compasión, cuando hay plagas, desastres, calamidad, pandemia, el resto del tiempo ponemos ¨me gusta¨, dando likes y compartimos muchas veces, cosas insignificantes en las redes sociales. Podemos decir; que la pandemia del coronavirus mejor conocido como covi-19, nos ha enseñado que el apresuramiento no es tan esencial en nuestras vidas, dándonos la lección para reflexionar y ocuparnos más de los seres humanos que tenemos a nuestro alrededor, para compartir amor y coraje.
Todos, tenemos rasgos y características de cualquier malvado, solo que algunos las desarrollan en mayor proporción, porque en un momento dado, hemos cometidos errores, sino; «el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra».
En ese sentido; le invito a hojear los libros: el efecto lucifer, del eminente autor Philip George Zimbardo, conocido como Philip Zimbardo, psicólogo, investigador del comportamiento, dice que depende de nosotros hacer de la mente un cielo o un infierno y Anatomía de la destructividad humana de este eminente autor Erich Seligmann Fromm, conocido como Erich Fromm, destacado psicoanalista, psicólogo social y filósofo humanista de origen judío alemán, expresa; que la única especie que ataca a las demás sin razón aparente, se llama ser humano.
A diario, el marido se desquita con la pareja, hijos o recíprocamente, el empleador con sus empleados y éstos a su vez; con los clientes, muchos de los que están llamado a brindar seguridad nacional y ciudadana, tienen desliz con los ciudadanos, o sea; querido lector; si se extermina el victimario, se elimina un portador, pero la enfermedad sigue latente entre nosotros.
En ese sentido, se hace imperioso que aportemos nuestra cuota social, para coadyuvar a la disminución de los males sociales que nos afectan, no es exclusivo del gobierno central o local, fiscales, jueces, policías o militares, somos todos; desde la familia, centros educativos, entre otros; porque la delincuencia se germina de la propia sociedad, por eso, no es castigar, como plantea el extinto sociólogo, historiador, filósofo y psicólogo francés, Michel Foucault, sino también vigilar.
Es preciso traer a colación, que la teoría de la defensa social plantea lo siguiente; el estado es un desautorizado para castigar, por no proveer de los medios necesarios a los seres humanos y puedan desarrollarse como ente productivo socialmente, no se trata de imponer penas más severas para cada delito, sino mejores medidas para cada persona.
Tenemos que tener muy presente, que la humanidad no es devolver favores ni hacer intercambios, es socorrer a un extraño sin esperar recompensas, verdaderamente; esto es lo que nos hace cada día mejor ser humano.
Por eso; es importante resaltar que la pandemia del covi-19, ha azotado de manera abismal a la humanidad, pero no es enfocarse simplemente en buscar la vacuna, es también enfrentarla desde el plano criminológico, porque podría desencadenar desequilibrio en hogares, aumento de hechos delictivos, desempleos, pobreza, depresión por diferentes casuística, la cual puede ser detonante hasta de suicidio, así como también traería repercusiones económicas negativas.
No se trata solo de contrarrestar dicho brote, sino; realizar un trabajo integral, involucrando a las personas del área de la medicina, psicología clínica, social, especialista en neurología, neuropsicología, endocrinología, Bioquímica, neurocriminología, psiquiatría, trabajadores sociales, entre otras áreas afines, por eso; me he permitido tratar el tema del covi-19, desde la concepción criminológica. Esperamos que sea del agrado del lector.
Polímata y Divulgador Científico Dominicano
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