Por: Humberto Salazar
Según informes, la comisión de dinosaurios nombrada por Danilo Medina para intentar legalizar la inscripción en el 2025 de unos precandidatos para unas elecciones efectuarse en el 2028,
tiene serios problemas para configurar un line up y montar un contrasentido cómo ese.
Es de todos sabido la devaluación que tiene la palabra del todavía presidente de lo que queda del
PLD, pues son tantas las personas cercanas a quienes ha engañado, que solo a un idiota se le puede ocurrir creer alguna de sus promesas.
Claro está, en que lo que quiere Danilo es imponer a Francisco Javier cómo candidato, a sabiendas de que es imposible que gane unas elecciones nacionales, tan cercanos están que comparten ahora asistente en la persona de Robert dela Cruz.
Pero para eso, necesita un grupo de prestanombres para legalizar su plan, personas cómo Margarita Cedeño, Domínguez Brito, Juan Ariel Jiménez y Abel Martínez; participen en el proceso y así dar ciertos visos de legalidad y normalidad.
El problema es que pocos o ninguno de los nombres sonoros de los morados quieren “hacerle el coro”, porque ya conocen el modo de actuar del presidente del PLD, en su más puro estilo de “tirar la piedra y esconder la mano” como la gatita de María Ramos.
Ese es el problema que enfrenta ahora la “comisión de dinosaurios”, darle la cara a un grupo de personas que, de presentarse ridículamente a legalizar la voluntad de Danilo, simplemente serían corderos guiados a ser degollados en el matadero.
El problema que enfrentan esos nombres sonoros del PLD es doble y muy difícil, ¿se pliegan a la voluntad del Jupiter Tronante que desde una oficina de la Ave. Enriquillo de la capital lanza sus rayos destruyendo lo que queda de ese partido?.
¿O siguen hundiéndose en el lodo sintiendo cómo se acerca el hundimiento de sus particulares carreras políticas a las que han dedicado alma, corazón y vida durante un montón de años?.
El barco se hunde capitán ¿y ahora que hacemos?
¡Sálvese quien pueda!