Los nervios. Ese equilibrio emocional entre querer hacerlo bien en tu debut y saber que tu rival te va a poner las cosas difíciles. Ese saber que nunca le has ganado en la fase final de un EuroVolley en cuatro enfrentamientos previos. Aunque, sobre todo, es ese querer que esta sea la primera vez. Quizás España empezó como lo hizo por eso. Un parcial en contra de 7-1 era el recibimiento que recibían las de Pascual Saurín por parte de las neerlandesas. Una diferencia que irían achicando con el paso del set.
Fue un choque de realidad, de saber que el Campeonato de Europa ya había empezado, lo que les hizo virar hacia un juego más afinado. España fue encontrando a Lucía Varela, María Schlegel o la propia Raquel Lázaro que repartía el juego con una lectura que solo pueden hacer muy pocas. Una coyuntura que les llevó a salvar hasta cuatro puntos de partido, del 24-19 al 24-23. Una diferencia que no pudieron igualar y terminaron cediendo el primer set.
Una reacción que Paises Bajos no tardó en frenar
Si un equipo cae derrotado el set anterior, pero está en dinámica positiva, lo más normal es que el set siguiente arranque igual. Y es lo que hizo España. Las Leonas del Vóley iban con la sexta marcha puesta y no solo se pusieron por primera vez por delante en el marcador, sino que les doblaron el resultado. Un 4-8 fue la máxima diferencia que consiguió la selección en el partido gracias a los puntos de la jovencísima Zoi Mavrommatis, Raquel Lázaro y Lucía Varela.
La diferencia no duró mucho y pronto sus rivales volvieron a ponerse por delante en el marcador. Países Bajos empezaba a carburar otra vez e iba a conseguir un parcial a su favor de 8-1. Una mala racha de la que salieron con un block-out conseguido por Carolina Camino. Las jugadoras más jóvenes del equipo estaban marcando ahora el camino lideradas en todo momento por Lucía Varela a base de puntos que lo llevaron a estar 14-13. El último estirón justo antes de que Jolien Knollema devolviera a la vida a las suyas y concluyeran el set sin sobre salto por 19-25.